Y es que ya era hora ¿no os parece?. Más de 25 años de democracia nos han hecho falta a los españolitos para aceptar que mi vecino, aunque le gusten los hombres, tiene los mismo derechos que yo. Esta verdad tan obvia parece que no calaba entre los sectores más aficionados a los alzacuellos y a las guerras ilegales. Han tenido que llegar una vez más los sociatas para que soplen vientos nuevos por estos mares. Que le vamos a hacer, más vale tarde que nunca.
En la facultad estos días nos van a arrollar con comentarios a favor y en contra de este tipo de uniones. Entre la fauna universitaria hay colores para elegir. Sim embargo, yo tengo una cosa muy clara, al margen de la política están las personas y sus sentimientos y no me parece correcto que se coarte la libertad de cada uno para casarse con quien quiera. Si me ponen motivos religiosos de por medio, directamente ni contesto.
Hay mucho miedo, eso pienso, creo que la gente tiene mucho miedo a defender a los gays y a las lesbianas por si los demás se confunden. ¿Y qué os importan los demás so patanes? Cada uno defiende lo que cree justo. No es necesario estar adscrito a una ideología política para defender la libertad ideológica. Es un simil un poco forzado, pero seguro que me entendereis. No es necesario que todos y cada uno de los defensores de los derechos de los homosexuales seamos gays. Algunos lo serán, bien por ellos, otros no, bien también por ellos. La defensa de las libertades y del desarrollo de la personalidad sin trabas no entiende de sexos, solo de justicia.
Lo dicho, ya era hora. Ah! y enhorabuena a los premiados ;-)
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Lo comenta Iñaki Gabilondo en la cadena SER (Enlace corregido)
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