Por que no pueden pretender los dirigentes de nuestro gobierno que esto no se lo esperaban, no esperarán que la gente no se de cuenta de que lo que ha pasado ya sabían que podía pasar. No. Me resisto a creer que mentes tan preclaras como las de Aznar, Arenas o Trillo no hayan caido en la cuenta de que entrar en guerra al lado de USA contra intereses del integrismo islámico significaba entrar asimismo en el macabro juego de secuestros aereos, atentados y calamidades varias que conoce perfectamente el pueblo norteamericano merced a la nefasta política internacional de su "Uncle Sam". Me quieren decir que ustedes, que acaso no sabían nada de esto. No se imaginaban que lo que ocurrió, podría ocurrir aquí.
En serio, es asquerosamente duro pensar que todas las muertes que han provocado sus actos, sus lamentables decisiones, tanto aquí como entre el polvo seco de Irak y Afganistán se podrían haber evitado. Por que seguramente, muy seguramente, alguno de los muxos viajeros de ese tren al que le han cambiado la vida para siempre participó en una manifestación y se lo dejo muy claro a todos ustedes, se lo dijo muy alto y muy claro, "NO QUEREMOS GUERRA". Lo que no supimos hasta después de aquello es que su peor problema es que son unos sordos que además no quieren oir. Nos han arrastrado a todos con ustedes, cuesta abajo, derechitos a un infierno que sabemos como ha empezado pero no como acabará. Sus justificaciones pacífico-patriotas no me convencen, son mentiras envueltas en una de paz y un interés humanitario de pandereta. Y no, no me vengan con historias de regímenes políticos dictatoriales o grandilocuencias acerca de los derechos humanos, no les creo, antes incluso dude, ya no. Saben que injusticias hay muchas en el mundo y jamás han movido un solo fusil para cambiar las cosas, más bien al contrario.
Bien, pues dentro de unos minutos voy a ir a votar y voy a hacelo para intentar cambiar las cosas. Habrán muchos que a lo largo de hoy pensarán igual que yo y votarán con identico amargor. Entre todos espero que les hagamos llegar la indirecta, siempre que sus preclaras mentes se lo permitan. Claro.